USHUAIA.– El mercado inmobiliario de Tierra del Fuego ha alcanzado un hito clave tras la publicación en el Boletín Oficial de los términos del Fideicomiso Urbanización Monte Susana. Este instrumento legal no solo formaliza la propiedad de las tierras, sino que establece la hoja de ruta para una de las expansiones urbanas más significativas hacia el sudoeste de la capital provincial.
La división estratégica del terreno
El predio, ubicado sobre el Macizo MIL y con frente a la Ruta Nacional N° 3, será intervenido bajo un criterio de zonificación técnica y ambiental. El plan maestro se desglosa en tres unidades de negocio diferenciadas:
Urbanización Residencial: Se enfocará en tierras por debajo de la cota de 115 metros de altura. Este sector será sometido a un proceso de loteo tras la ejecución de obras de infraestructura básica (caminos y servicios públicos) financiadas mediante un sistema de preventas.
Nodo Turístico: Se confirmó la reserva de 5 hectáreas destinadas específicamente a Hostería Patagónica Ushuaia S.A. para la edificación de un hotel boutique, buscando captar el segmento de turismo de alta gama.
Zona de Preservación y Energía: En un movimiento hacia la sustentabilidad, las tierras situadas por encima del límite de edificación residencial quedarán como "Parcelas de Reserva". Allí, el contrato contempla el uso del suelo para proyectos de impacto verde, destacando el potencial para la instalación de un parque eólico.
Un consorcio de inversión internacional
La estructura del fideicomiso destaca por su carácter diverso, integrando capitales locales y extranjeros. El management del proyecto está encabezado por Alejandro Moyano Walker, en su rol de fiduciario, junto a un grupo de beneficiarios que incluye a la firma chilena Inversiones El Peril Limitada y la sociedad Desinsur S.R.L.
El contrato ha quedado blindado con un plazo de 30 años, aunque los plazos operativos sugieren una ejecución más veloz, condicionada a la finalización de las etapas de comercialización y la entrega definitiva de las áreas hoteleras y de reserva.
El desafío de la altura y el entorno
Uno de los puntos más críticos del documento es el compromiso de respetar la cota de edificación. Al limitar las construcciones residenciales por debajo de los 115 metros de altura sobre el nivel del mar, el proyecto busca mitigar el impacto visual sobre el paisaje natural del Monte Susana, un requisito fundamental para obtener las autorizaciones municipales y provinciales necesarias.
Con la fase de inscripción concluida, se espera que en el corto plazo comiencen las gestiones de subdivisión y las primeras obras viales que darán forma a este nuevo sector de la ciudad.