Se trata de una decisión estratégica que redefine el vínculo de la provincia con sus recursos naturales, fortalece la soberanía energética y abre un nuevo horizonte de desarrollo. “La provincia deja de ser únicamente otorgante de concesiones para pasar a participar de manera directa en la explotación hidrocarburífera, como ya lo hicieron otras provincias del país, a través de una empresa estatal con capacidad de asociarse y producir”, explicó.
En este sentido, la ministra explicó que “estamos hablando de más del 60% de la extensión petrolera de la provincia. Decidimos no esperar al final de una concesión sin rumbo frente a la salida de YPF, construimos una transición ordenada, que garantice la continuidad de la explotación, proteja a cada trabajador y preserve los activos estratégicos”.
“Hoy Tierra del Fuego puede definir prioridades, primero el abastecimiento interno, luego la comercialización. Podemos decidir cómo, con quién y en qué condiciones se explotan nuestros recursos. Ese es el verdadero cambio de paradigma”, explicó.
La ministra valoró y agradeció el trabajo técnico llevado adelante para arribar este resultado que incluyó evaluaciones ambientales, económicas y legales, la cuantificación de activos y pasivos, el acompañamiento de la Legislatura y el consenso alcanzado con trabajadores, empresas subcontratistas y el Ejecutivo provincial.