

Las tareas se enmarcan en el plan de intervención posterior a la temporada invernal e incluyeron la remoción de barro, la optimización del drenaje para evitar acumulación de agua, la compactación del material para estabilizar la superficie de la calzada y el recambio de suelo, con el objetivo de favorecer el secado del terreno.
La secretaria de Planificación e Inversión Pública, arquitecta María Belén Borgna, explicó que “se trata de una primera fase de trabajos de mejoramiento que requerirá nuevas intervenciones, a medida que las condiciones climáticas lo permitan”.
Estas acciones forman parte de la planificación integral que impulsa el Municipio para garantizar la seguridad vial y mejorar la transitabilidad en distintos sectores de la ciudad.